Urgen colectivos y autoridades otomíes de Toluca dar solución al problema de animales callejeros

Por: Odiseo Casares

Este jueves, Delegados de la zona norte de Toluca  junto con Autoridades Tradicionales  y colectivos otomíes, enviaron un oficio a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez y al presidente municipal de Toluca Ricardo Moreno Bastida, para que juntos elaboren una contrapropuesta para la reasignación presupuestal o reubicación del Centro de Control y Bienestar Animal que se planeaba construir en el Parque Sierra Morelos, así como generar una política pública y proyectos integrales con recurso etiquetado en colaboración con las comunidades otomíes que enfrentan la problemática de los animales callejeros.

Reiterando su disposición para colaborar con los gobiernos municipal y estatal en la implementación de acciones que garanticen resultados efectivos y sostenibles para esta problemática de salud pública y sobre todo de conciencia y compasión por los animales en condición de calle, los firmantes piden que esta solución pueda llevarse a cabo en un espacio adecuado que no comprometa el equilibrio ecológico ni los derechos colectivos de la población, particularmente de las zonas que requieren este servicio con mayor urgencia.

Cabe señalar que el 13 de enero, Emmanuel Rodolfo Pedraza Reyes, coordinador municipal del Centro de Control y Bienestar animal, en una reunión realizada en el ayuntamiento de Toluca afirmó que la zona norte presenta los índices más altos de perros callejeros, lo que refuerza la necesidad urgente de implementar políticas y acciones específicas en esta área.  “Sí hay un lugar donde se requiere en Toluca […] la zona que en dado caso fuera más viable, desde mi perspectiva práctica de muchos años, viendo este tema de control poblacional y bienestar animal de estas dos especies, sería el norte de la ciudad; el tema del parque Sierra Morelos es que al abrir un establecimiento con estas características técnicas sí se puede fomentar el abandono y la presencia exacerbada de estas especies, que sería lo contrario al efecto que se podría buscar” apuntó.

Por lo que respecta a los colectivos otomíes en los que participan universitarios y pobladores originarios, afirman como una creciente indolencia de las autoridades y población en general hacia los animales callejeros, se ha venido observando con el incremento de perros en las calles, ya que se ha normalizado ver a estos animales lastimados, con infecciones muy avanzadas sufriendo sin que nadie haga nada. Salvo contadas excepciones en las diferentes delegaciones de San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán y San Pablo Autopan, en las que un reducido número de veterinarios y activistas atienden a los animales con sus propios recursos que, sin embargo, no les alcanza ni para paliar esta seria problemática.

Este medio ha documentado en diversos recorridos como TODAS las calles de la zona norte tienen una fuerte aglomeración de perros callejeros, que además de producir una gran cantidad de desechos fecales que la gente respira, representan un peligro para las personas más vulnerables, como ancianos y ancianas, niños, niñas y bicicleteros que han sufrido los ataques de perros en su andar diario por las calles y caminos de la zona otomí, reiterando que los animales en situación de calle no son culpables de esta problemática y sí las pocas e insostenibles políticas públicas en materia del cuidado de los animales y la inconciencia de la población.

Finalmente, lo que las autoridades y colectivos de la zona norte piden, es que las autoridades municipales y estatales intervengan de manera conjunta con los pobladores para dar solución real a esta problemática de salud pública y medio ambiental para que los animales puedan acceder a una vida más digna como lo estipula la más reciente reforma constitucional a los artículos 3, 4 y 73 en materia de protección y bienestar de los animales en la que se eleva a rango constitucional que el Estado mexicano debe garantizar la protección, el trato adecuado, la conservación y el cuidado de los animales. Por lo que, de no atender este llamado del pueblo otomí, estarían desacatando la Constitución federal, y México seguiría siendo el tercer país del mundo con más violencia animal y el primero de Latinoamérica, como lo afirma la más reciente investigación del Instituto Belisario Domínguez.

Foto: Outis Polifemo


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