Cada 1 de febrero se celebra el Día Nacional del Ajolote Mexicano con la finalidad de reconocer la importancia de estos animales en nuestra cultura y ecosistemas.
Desde el 2018, el Senado de la República declaró que se celebraría el Día Nacional del Ajolote Mexicano cada 1ero de febrero. El nombre científico del ajolote es Ambystoma mexicanum. Se trata de un anfibio endémico, es decir, que es originario exclusivamente de México.
Hace siglos su hábitat abarcaba los lagos de Texcoco, Chalco, Xochimilco y parte de los lagos Xaltocán y Zumpango.
Empero, debido a que aquel sistema lacustre se redujo significativamente (en un 98%), la preservación de los ajolotes se ha visto muy amenazada. A este factor podemos sumarle la contaminación del lago de Xochimilco, así como la introducción de especies invasoras tales como las carpas y las tilapias africanas.
Como consecuencia, desde hace años el ajolote fue catalogado como especie en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En conjunto, estas acciones han ayudado a que se incrementen los esfuerzos para preservar a una especie con un alto valor histórico, cultural y científico. De hecho, los ajolotes han recibido la atención de científicos y especialistas gracias a la capacidad que tienen estos anfibios para regenerarse. Y es que además de que si pierden alguna o varias extremidades, pueden volver a regenerarlas, también son capaces de hacer crecer tejidos como los ojos, la médula espinal, los pulmones y hasta el cerebro y el corazón. Además de la declaración del Día Nacional del Ajolote Mexicano, han surgido centros de conservación e incluso la creación del billete de $50 MXN.
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